Hamza me indica que no hay pan para cenar. Le doy un euro y le digo que vaya él a comprar. Me dice que no, que solo no, que vaya yo con él. Yo le insisto;
– Pero si te sabes el camino a los chinos, te lo enseñó el otro día Nidia.
Pero su contestación es clara;
– No no, solo no
Supongo entonces que es por el idioma, solo habla palabras sueltas en castellano. Así que me animo, me pongo la chaqueta y nos vamos para los chinos.
Llegamos a la tienda y hay un hombre mayor en la entrada, le mira a Hamsa de arriba a bajo y nos dice;
– No iréis a robar, ¿no?
A mi me entra la risa, no se como reaccionar, no entiendo por qué nos hace ese comentario.
– No hombre, como vamos a robar a esta pobre gente
Entramos en la tienda y el matrimonio chino se queda completamente quieto. Hamsa se acerca al mostrado. El hombre le mira con terror, con cabreo… Hamsa señala el pan y dice;
– Une barre pen
La mujer china se queda completamente bloqueada, ella también habla y entiende mal el castellano. Y le contesta;
– ¡¿Qué quieres?!
– Une barre pen
– Pen – y señala al pan
– Pen, pen
La tensión es tal que entro yo;
– Está diciendo «una barra de pan» solo eso – Y señalo al pan
El hombre me mira y se relaja un poco. Como si en todo momento hubiese creído que todo lo que estaba pasando era un atraco.
Ahora entiendo por qué Hamsa no quería ir solo a por el pan. Que idiota soy.