Ismail llama al telefonillo y sube a casa. Es alegre, dicharachero, espontáneo… nos habla y nos habla en dariya como si nosotros entendiésemos. Señala la tablet y le dice algo a Sara, ella cariñosamente le pone el video que pide.
– Quiere ver “Tom y Jerry”, claro, es que es un niño, solo tiene 8 años – Me dice Sara
Se queda tranquilo delante de la tablet, y al rato empieza a reírse y reírse, me señala los dibujos como diciendo “¡¡Mira lo que hace este ratón!!”, se ríe y se ríe con las persecuciones, los golpes, la picaresca del ratoncito, se emociona con esos dibujos. Como si esos dibujos fuesen una metáfora de su vida, donde los gatos fuesen la policía, los educadores, los psicólogos… y los ratoncitos fuesen ellos; los niños de la calle (en Melilla), pícaros, espabilados, rápidos, que sobreviven cogiendo algo de queso al Señor de la casa, ese señor que ha comprado el gato para echar de la casa a los ratones… se ríe y se ríe ¡¡Vamos muchachos!! Que las Instituciones están llenas de esos gatos malos, ¡¡No les tengáis miedo!! Que si ellos son gatos grandes y fuertes, también son patosos, lentos, de pocas luces y poco ingenio…
juliorubiogomez 