de violentado a violento

claruji

No es lo mismo hacer la guerra al pobre, que hacérsela a la pobreza. No es lo mismo hacer la guerra al niño violento, que a la violencia del niño. No es lo mismo eliminar al pecador, que eliminar el pecado.

Para una de las actitudes hace falta reflexión, análisis, sabiduría… para la otra solo Brutalidad.

No solo me lo han dicho, sino que he presenciado en primera persona cómo la policía alienta a los chavales del barrio para que bajen al parque a pegar a los muchachos de la calle.

Ahora también desde comentarios en la página “Del barrio de toa la vida” (de Hortaleza, mi barrio) los adultos alientan a los más jóvenes a que bajen al parque a pegarles y a tomarse la justicia por su mano, argumentando:

“Yo cuando era joven lo hacía, ahora os toca a vosotros”. Adultos incitando a la violencia, al odio y al delito a chavales jóvenes.

Decía Enrique Martínez Reguera; “Detrás de la prepotencia se esconde la impotencia”, es la impotencia de mis vecinos de no poder arreglar el problema (por falta de herramientas, conocimientos, habilidades…) lo que les lleva a responder violentamente. Les comprendo, igual que comprendo a los chavales (del parque y del barrio) TOD@S tienen algo en común; “antes de ser violentos, han sido violentados” (tod@s).

Uno de los chavales del barrio contestó a un policía:

“Quieres que bajemos a pegarles porque así yo mato al moro y voy preso, y tú te quitas dos problemas de encima”. Claro… porque al final quien irá preso será el chaval, no el adulto que le incitó.

El título del libro que más me gusta es el de Miguel Delibes: “Los Santos Inocentes”, Santos… e inocentes… aquellos que piensan que matando al hambriento matarán el hambre, matando al pobre mataran a la pobreza, matando al violento matarán la violencia.