
“Julio es que tu personalizas a los chavales, lo tratas desde un punto de vista personal”
Y proseguía diciéndome más o menores; “yo no lucho contra un -ista en concreto (que tiene nombre, historia, madre, padre, hermanos, conflictos, dilemas, sufrimientos, pasado, presente, futuro…) sino que lucho contra el -ismo como concepto”.
Este es un proceso psicológico de despersonalización (o deshumanización) por el cual el soldado se preparar para matar, el soldado no matan un anarquista, matan “el anarquismo”, no mata a un nazi “mata el nazismo”, no mata un judío “mata el judaísmo”, no mata a un occidental “mata a Occidente”, no matan un persona concreta de una nación, “matan a la nación entera”.
Nos sorprendemos de que una persona con toda la frialdad del mundo tire una bomba desde un avión y mate a niños, niñas, personas ajenas al conflicto… sin sentir el más mínimo remordimiento. Y es que en realidad quien ha soltado la bomba no está matando a personas concretas, está matando una idea, una revolución, una dictadura, una nación, una religión… un concepto.
El soldado sufre un proceso psicológico de despersonalización, que él considera momentáneo;
Porque según el soldado; es un proceso momentáneo, duro pero necesario para poder alcanzar “la nueva era”, “el nuevo amanecer”, “la nueva primavera de la Humanidad”, “el paraíso en la tierra”… y cuando llegue esa era, ese amanecer, esa primavera, ese paraíso… ya no habrá que matar a nadie, ya no habrá que hacer la guerra, todo será paz, felicidad y perfección. Y por lo tanto se dice a sí mismo; “no solo merece la pena, sino que estoy obligado a ello”.