Filosofía pedagógica

educador-social1

Un vocal de Ahora Madrid, refiriéndose a los mediadores de calle y los centros de menores me decía:
«Es que parece que solo vosotros lo hacéis bien y los demás están equivocados y lo hacen fatal»

Y tiene razón.
Él se sorprendía porque piensa que la «educación social» es algo genérico.
Sin caer en la cuenta que dentro de estás áreas (psicología, pedagogía…) hay filosofías, escuelas, tendencias, puntos de vista… y que además pueden ser completamente contrapuestos.

Cuando el Ayuntamiento de Madrid y la Junta de Hortaleza contratan mediadores para intervenir con los niños de la calle lo hace pensando que toda la «educación social» es un área homogénea. Y en lo único que se fijan a la hora de la contratación o de la firma del convenio es la capacidad de la entidad, sus recursos, su legalidad, su competencia… pero no la filosofía con que se va actuar e intervenir con los niños de la calle.

Y desde el principio lo dije: «si ya hay educadores de la Comunidad de Madrid y no están funcionando ¿Por qué sí lo van a hacer los del Ayuntamiento?»

Lo que quería decir es que no estamos ante un problema de desbordamiento, sino de filosofía pedagógica.

Los expertos en educación

colegio carcel

Parece como si nadie se hubiese dado cuenta que el bulling se da mayoritariamente en… ¡¡centros educativos!!
Lugares donde están los «expertos de la educación»: profes, psicólogos, educadores, pedagogos, departamentos de orientación, planes de estudio, protocolos de intervención…
¿Nadie ha reflexionado sobre esta situación tan surrealista o como mínimo paradójica?

Porque imaginaros que un paciente acude a la consulta del psicólogo y solo le dan crisis de ansiedad y depresión cuando está en consulta.
Tod@s… lógicamente, entenderíamos que hay un problema en el contexto, el lugar, el propio psicólogo…

¿Por qué no pensamos igual cuando los problemas se dan en la escuela o el instituto?

La Institución

momo-hombres-grises

Ante los niños viviendo en la calle, en Hortaleza, la respuesta (en palabras textuales) tanto del Ayuntamiento como de la Comunidad de Madrid es:
«Los niños viven en la calle porque ellos quieren».

Hasta aquí podríamos aceptar. Pero si además os añado esta información:

– Un niño sale a la Comunidad de Madrid por unos 3.000€ al mes no por niño sino ¡¡por plaza!! (si el niño está fugado el centro sigue cobrando o facturando)
– En el barrio de Hortaleza han puesto para estos niños ¡¡8 mediadores!! (8 sueldos) Que están presentes 24 horas al día.
– Se ha firmado un convenio con Cruz Roja
– Existe la figura del agente tutor (policías municipales encargado de llevar al niño ante su tutor y preocuparse del el ejercicio de dicha tutela)
– La presencia de la policía nacional en el barrio y en las zonas donde están los niños es continua.
– Existe un CAD (Centro de Ayuda al Drogodependiente) en el barrio con educadores de medio abierto (algunos niños están muy enganchados al disolvente)

Ante semejante despliegue de medios humanos, materiales y económicos afirmar que «un niño de 12 años duerme en la calle porque quiere» es lo mismo que afirmar que la Institución es una dos:

– O una completa inútil
– O una estafadora

Doble vara de medir

doble vara medir

Ayer fuimos a urgencias con un crio de 14 años que se hizo daño en la espalda jugando después de clase de boxeo.

Los médicos en Urgencias le preguntaban;

  • ¿Cómo te lo has hecho? – Y el niño, con su madre biológica al lado, contestaba;
  • Ha saltado un niño encima de mí…
  • Entonces… ¿Ha sido una agresión?
  • No no, ha sido jugando
  • ¿Seguro? ¿No te a ha agredido?

Más tarde le llevan a solas e insisten;

  • ¿Seguro que no ha sido una agresión? Nos lo puedes contar ¿Ha sido bulling?

Es curioso el súper interés de los médicos en este caso; niño blanco, español, con familia biológica…

Porque cuando voy con los niños de la calle (con los “moros”) y les llevo con contusiones de las palizas, contenciones… de los vigilantes de seguridad de los centros, no les preguntan tanto, nos miran como pensando; “algo habrá hecho”

Hasta tal punto que un día le digo al médico;

  • ¿Va a reflejar en el parte que lesiones que ha sido una agresión?
  • Es que yo no sé si ha sido una agresión, eso es lo que dice él…
  • Pero el retorcimiento de brazo que han mostrado los niños que le hace el de seguridad coincide con las lesiones, todo; como le agarran y le suben el brazo hasta la nuca, todo coincide
  • Yo solo puedo poner las lesiones, y el juez ya dirá si son malos tratos o no…

Hay una doble vara de medir si el niño es español o “moro”, si el niño tiene familia biológica o viene de un centro, si el agresor es la Institución o la familia biológica, la Institución u otro niño. Es una auténtica doble vara de medir.