Un vocal de Ahora Madrid, refiriéndose a los mediadores de calle y los centros de menores me decía:
«Es que parece que solo vosotros lo hacéis bien y los demás están equivocados y lo hacen fatal»
Y tiene razón.
Él se sorprendía porque piensa que la «educación social» es algo genérico.
Sin caer en la cuenta que dentro de estás áreas (psicología, pedagogía…) hay filosofías, escuelas, tendencias, puntos de vista… y que además pueden ser completamente contrapuestos.
Cuando el Ayuntamiento de Madrid y la Junta de Hortaleza contratan mediadores para intervenir con los niños de la calle lo hace pensando que toda la «educación social» es un área homogénea. Y en lo único que se fijan a la hora de la contratación o de la firma del convenio es la capacidad de la entidad, sus recursos, su legalidad, su competencia… pero no la filosofía con que se va actuar e intervenir con los niños de la calle.
Y desde el principio lo dije: «si ya hay educadores de la Comunidad de Madrid y no están funcionando ¿Por qué sí lo van a hacer los del Ayuntamiento?»
Lo que quería decir es que no estamos ante un problema de desbordamiento, sino de filosofía pedagógica.