Si eres educador o educadora social y te sientes amenazada, aterrada, coaccionada ante la extrema peligrosidad de los chavales. Si has denunciado a los chicos por agresión, intimidación… si te han agredido (como esa educadora de Rota que hizo el vídeo con el ojo morado), si además piensas que el problema es la falta de límites y que la culpa de la agresividad de los chavales la tienen los padres, las madres, las familias biológicas…
Yo, os animo, os aconsejo, que seáis valientes y deis el paso para cambiar vuestra intervención desde otra perspectiva;
1º Opositar para policía. Vais a poder imponer mucho mejor esos límites que decís que son el problema, vais a estar protegidos ante las agresiones, vais a tener armas que os darán seguridad
2º Opositar para jueces. Y ya desde aquí como sois jueces podréis juzgar abiertamente a las familias, a las madres, padres, a los chavales, a su violencia, su agresividad… haréis cumplir la Ley (el límite, la norma…)
3º Hacer el curso de vigilante de seguridad. Si ya desde los centros de menores se da a los educadores cursos de contención física, pues dar un paso más y ser vigilantes, vais a poder imponer mejor esos límites, con vuestras porras y vuestros conocimientos de contención vais a estar más protegidos…
4º Opositar para carceleros, perdón “funcionarios de prisiones”. Vais a poder gestionar mejor el centro o la cárcel y hacer cumplir la norma, el código de reglamento interno… esos límites.
Desde estas profesiones seguro que os vais a sentir mejor. Hay que estar dónde uno se siente a gusto, donde es consecuente con sus ideas y sus actos.
¡¡Ánimo!!