Recuerdo una conversación telefónica con una psicóloga que me negaba ver al chaval en el centro de menores y yo le leía el artículo de la ley de enjuiciamiento penal del menor que me daba el derecho a las visitas y me cortaba diciendo;
– No se ponga usted nervioso.
(Exactamente igual que esta escena; https://www.youtube.com/watch?v=vxf8is27774, cuando la enfermera le dice; “No se enfade señor McMurphy”)
Yo me quedaba a “cuadros”, pues yo no estaba nervioso. Pero como una paradoja al decírmelo me empezaba a alterar.
Anchy Kalledoce y Javi Avila Navas me comentaba de una psicóloga extremadamente perversa pero que sin embargo en su despacho colgaba una imagen y una frase de Buda.
Si hablas con cualquier madre o padre que le acaba de retirar la tutela de sus hijos les verás “como locos”, idos, agresivos, desesperadas, con ansiedad… y a la trabajadora social que ha dado la orden tranquila, relajada, serena…
¿Se puede ser pacífico y a la vez violento? La respuesta es contundente; SÍ.
En esta escena de la película “Alguien voló sobre el nido del cuco” podemos ver esta técnica psicológica muy utilizada en las profesiones de lo social y en la Institución; formas pacíficas al hablar, los buenos modales, la tranquilidad, (incluso la imagen de hippie o alternativo)… y de fondo la coacción, el chantaje, el sometimiento, la humillación al otro, a la otra, el abuso de poder…
Como una especie de provocación para que el otro, la otra, explote y poder decir; “veis como esta loc@”.