Se escucha un tiroteo, unos niños se asustan, otras salen corriendo a las ventanas a mirar, las profesoras salen a cerrar las puertas del colegio San Miguel.
Una operación policial contra el tráfico de drogas en frente de la escuela.
El ruido de las balas contra las drogas de fuera del aula contrasta con el silencio educativo en materia de drogas de dentro.
Las niñas miran por la ventana.
Es lo único que escucharán sobre drogas en la escuela; «pum pum». En toda su escolaridad «pum pum».
Los niños miran por la ventana.
Aprenderán antes el «teorema de Pitagoras» que el polvo blanco que se les pondrá delante.
«Mañana» nos echarán del local donde damos boxeo a la chavalada del barrio. Boxeo para que no estén en las drogas. Las Instituciones no solo minusvaloran la prevención, sino que la maltratan, la desprecian, la escupen…
La misión se la han entregado a las pistolas y no a los libros. A las balas y no a los bolis. A las cárceles y no a las escuelas. A la policía y no a la sociedad.
Las niñas miran por la ventana.
Luces, detenidos, sirenas…
Después jugarán a polis y narcos en el recreo. Como el «pilla pilla». «Pum pum». Como juegan los adultos-niño.
«Pum pum» que matará al camello, al policía, pero que no matará al consumo, a la droga, a la necesidad, al desconocimiento, a la ignorancia…