
Yo no tuve realmente conciencia de lo que suponía la violencia de género hasta que tuve una chavala con su hijo viviendo en casa. Sufrían esta violencia y huían de su maltratador (que sabía dónde vivía yo y donde estaba ella).
De repente viví en primera persona un proceso brutal, que ni me había imaginado.
Aquello me desbordó, me descolocó, me dio un meneo brutal. Mi visión del problema cambió, tuvo un antes y un después.
Cuando escucho a negacionistas (de la violencia de género, de la institucional, o de cualquier otra), con teorías bien desarrolladas, incluso con datos, citas, cifras, etc., veo que falta algo.
Cuando El Principito visita el sexto planeta, conoce al Geógrafo. Éste le dice que se dedica a dibujar mapas, que indican dónde están los ríos, las montañas, los mares… El Principito le pregunta si ha estado en aquellos sitios (como un niño que pregunta a su profesor de Geografía si ha estado en esos lugares que describe), y el Geógrafo le responde que no, que esa es labor de los exploradores, él está por encima, es Geógrafo.
El Geógrafo (el intelectual, el teórico, el académico…) dibuja el mapa de donde nunca ha estado.
El explorador VIVE la realidad que el otro intenta dibujar (la siente, la huele, la toca, la ve, la escucha, la padece…)
La vivencia (o el acercamiento-complicidad de quien vive una realidad, el sentido común de «sentir en común»), es una forma de conocimiento esencial para describir la realidad (para dibujar luego el mapa sin caer en la ceguera-aislamiento del Geógrafo).
Difícilmente podremos describir desde la intelectualidad, la teoría o los libros la realidad (la pobreza, la violencia, la miseria, la injusticia…) sino la vivimos, la sentimos, la sufrimos, la experimentamos… LA EXPLORAMOS.
Cada vez que pongo la TV, escucho una charla de profesores de universidad, entro en redes, o escucho a algunos diputados, veo muchos debates y teorías de Geógrafos aislados e incomunicados en el sexto planeta, que nunca han estado en el lugar que dibujan en el mapa.
La realidad si no es explorada se convierte en un mapa de coordenadas erróneas, casi imaginario.