El farolero de «El Principito»

el farolero

– ¿Pero qué deberes le mandan?
– Son actividades, repasar los colores…

Me cuesta digerir lo que me dice la madre, que a un niño de dos años se le mande deberes desde la guardería (2 años).
«¿Cómo aprendí yo los colores?» me pregunto. No tengo ni la menor idea, pero haciendo deberes no.

El otro día un chaval de 14 años me preguntaba «¿El Este es a la derecha?» Y en menos de 5 minutos le expliqué y entendió lo que era Este, Oeste, Oriente y Occidente. Lo que con 4 años de edad le hubiese costado deberes, tiempo, dejar de jugar, sentarse en una silla, disciplina, tensión… con 14 años ha supuesto 5 minutos en una conversación relajada y natural.

Nuestra forma de «educar» no solo adelanta de forma forzada el momento del aprendizaje, sino que mata la naturalidad del juego, la conversación, el descubrimiento innato del niño… para hacer un método artificial.

Está demostrado que a partir de 12 años los niños pueden recuperar rápidamente todo el temario visto hasta entonces en la escuela con mucho menor esfuerzo y de forma más ágil y natural. ¿Por qué adelantar el momento?

Y es que nuestro método se aferra a un concepto cultural; «el sacrificio», una especie de «pasión de Cristo educativa»;
– Sufrir es bueno, disfrutar es malo.

Esto no solo es un mito, sino que es además una contradicción.
Un día, en clases de apoyo escolar, llevé un juego de mesa para aprender a multiplicar, una especie de «oca matemática». Rápidamente te das cuenta que el niño que juega a esto aprende mucho más rápido que el que se sacrifica con deberes y ejercicios aburridos y monótonos.
Tenemos chavales y chavalas en boxeo que son un@s cracks, sin embargo suspenden «educación física» (a mí me pasaba de chaval).

Indentificamos el disfrute con el premio, y no con el proceso.

Detrás de los métodos de sacrificio hay un miedo inconsciente del adulto, la interpretación de que si aprende disfrutando el niño esté está desobedeciendo, descontrolado, que hace lo que quiere (como si hacer lo que quiere fuese malo).
Y un tema de fondo más peliagudo; «Si disfruta de niño haciendo lo que le gusta ¿Cómo aceptará de mayor un empleo y una vida que no le guste?»

Tal vez lo que de verdad nos preocupa es esto último. Que en psicología tiene un nombre «tolerancia a la frustración».

De mayores deben «tolerar» un trabajo que no les guste, una vida que no les guste, unas normas que no les guste, un mundo que no les guste…

Sin darnos cuenta (o dándonosla) les estamos educando para la desdicha, para ser autómatas y acríticos.
Las escuelas se convierten así en fábricas de esos «hombres grises» de Momo. O de ese conejo blanco que corre porque llega tarde sin saber a dónde va de «Alicia en el país de las maravillas». O de ese farolero de «El Principito» que repite una acción mecánica sin saber ni preguntarse por qué lo hace.

El discurso del odio en la infancia

discurso del odio

Esta es una carta de una madre de un colegio del barrio y la contestación de la directora. Donde se puede observar la existencia de dos clases de infancia, la que tiene derecho a la escolarización, y la que se queda “al otro lado”, en la calle, sin escolarizar, sola y abandonada.

El discurso del odio se materializa también en los más pequeños, (dos niños marroquíes del colegio acabaron llorando por la situación y los insultos):

Carta:

“Buenos dias!!! Mi nombre es María, soy la madre de Gabriel y Marta. (Nombres ficticios).

Ayer a medio día, mientras los niños estaban en el patio del comedor, pasé por el colegio y al ver siete furgones de la policía y dos coches me detuve  para ver qué ocurría.

Todos los niños se aglomeraron en la reja del patio mientras los policías sacaban de allí a dos chavales del centro de menores.

De pronto los niños, nuestros hijos y alumnos del centro comenzaron a insultar a los dos chavales que salían del callejón.

Frases como “Moros de mierda” “Ladrones” “dais asco” …..  los chavales que salían del callejón rondaban entre 11 y 13 años.

Una vez los chavales del centro de menores cruzaron la calle, los niños comenzaron a vitorear la actuación policial.

Dicho esto y sabiendo que ustedes ya nos han mandado una circular apelando a la coherencia y  al respeto, cosa que agradecemos dadas las conversaciones que se suceden en la puerta del colegio mientras esperamos a los niños y en los grupos de Whatssap de padres.

Nos parecía importante contaros nuestra sensación y sentimiento ante la actuación de los niños del cole que insultaban a otros niños de esa manera, con esa frialdad y tono tan despectivo y dañino.

Gracias por los minutos dedicados a leernos y esperamos que podamos afrontar esta situación de la mejor manera posible con los niños, las familias y El Barrio.

Un cordial saludo”

Contestación Directora:

Buenos días María:

Efectivamente, desde el colegio estamos viendo que este tema se estaba haciendo una «bola» que además de exagerada está tomando unos tientes despectivos hacia un colectivo concreto que no nos gusta nada. Términos como los que has descrito en tu correo que jamás saldrán de los educadores de un centro pues no son los valores que enseñamos a nuestros alumnos. Volveremos a trabajar en las aulas la tolerancia y el respeto por la diversidad que siempre hemos creído que enriquece a la sociedad. Creemos que se ha llegado a este punto porque ha influido la curiosidad y morbosidad de los niños y también por el alarmismo de algunas familias cuando sus hijos llegaban a casa contando cosas que, muchas de ellas, están adornadas. Qué decir además, de la poca ayuda que a esto se suman los grupos de whatsapp de padres donde se siembra una alarma social que lo único que hace es echar más leña al fuego y desgraciadamente, no confiando en la intervención del Centro y de la Policía.
Te agradezco muchísimo tu mail y espero que entre todos consigamos que se vaya solucionando la situación.

Un afectuosos saludo,

Sistema Excluyente

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Hay una diferencia entre Educación e Instrucción. La primera hace que el método se adapte a las necesidades de la infancia. La segunda que la infancia se adapte a las necesidades del método.

Este matiz; “¿Quién se adapta a quién?” Es fundamental para saber si estamos hablando de Educación o de “otra cosa”.

Ayer hablaba con una madre y me contaba que su hijo a pesar de tener muy buen comportamiento en clase, suspendía todo con ceros. Desconcertados, pidieron que se le hiciera unas pruebas de inteligencia y aptitudes. Pruebas que tuvieron que pagar los padres (300€) a una entidad privada porque en la Comunidad de Madrid tardan tres años en hacérselas, por la lista de espera que hay.

Las pruebas dieron un resultado sorprendente; el niño era superdotado.

Sin embargo, después de saber esto, la escuela no le aplica otro método educativo, no existe. Es una sola talla de zapatos para distintos pies.

¿Por qué al Sistema Educativo se le escapan los niños y niñas más inquietos (diagnosticados con TDAH), los más inteligentes, incluso lo más creativos? Los que no son «estándar».

Porque en el fondo en ningún momento estamos hablando de Educación, sino de pura Instrucción;

Hay un método, un estándar (una talla de zapatos), si te adaptas bien, si no; fuera de aquí; expulsión, parte, expediente… (pura instrucción).

El Sistema se convierte en excluyente, y el niño en excluido.

Luego vas a carreras de “lo social” (educación social, trabajo social, integración social…) y todo se enfoca en trabajar con el excluido, nunca con el excluyente.

El excluido se convierte así en triple víctima; primero por ser excluido, segundo por ser pobre (si hay dinero se paga una educación privada adaptada) y por último por ser el foco del problema.

La orden es calle

la orden es calle

Por la mañana, a primera hora me lo encuentro en la entrada. Está tiritando, tiritando de manera impulsiva, le castañean los dientes, es exagerado. Lo meto para dentro, le pongo en una silla al lado del radiador. Sigue tiritando. Pasa media hora, sigue tiritando.

Ha pasado toda la noche en el parque. Sin mantas, sin abrigo.

Le llevo a casa de una vecina, una señora del barrio, para pararle la tiritona. Le recibe como una abuela. Como esa abuela que nunca tuvo o que ya no tiene. La casa tiene calefacción, está caliente. El chico se ducha, se cambia de ropa, desayuna. La señora le atiende con amor y por un momento le recupera del frío, de la tiritona, de la calle, del maltrato, del abandono.

La noche anterior el chico llegó a comisaria.

  • Quiero entrar en Hortaleza. Vengo de Málaga. No tengo donde dormir. Tengo 16 años. Estoy solo.

La policía se ríe de él.

  • ¿Has visto la fuente que hay en la rotonda? Pues ahí es donde vas a dormir jajajaja

Por la mañana cojo el coche, no me arranca, está congelado. Todos los cristales tienen una escarcha de hielo. Es una de las noches más frías del año.

Llego a la puerta. Y allí está, esperando, tiritando, tiritando de frío, de manera impulsiva, le castañean los dientes, es exagerado.

“La orden es bala” decía Pablo Escobar a sus sicarios para sus enemigos.

“La orden es calle” dice la Comunidad de Madrid a sus Instituciones para sus niños.

Calle al cumplir los 18, calle por determinación de la edad “eres mayor” le dicen al niño después de desnudarle y mirarle sus genitales. Calle para quien no acepte el maltrato que ellos llaman “normas”. “Vete de aquí, esto no es una pensión, dirígete a la policía” le dice el centro de menores, “vas a dormir en la fuete jajaja” le dice la policía. “Si metes al niño en casa te denuncio por sustracción de menores” nos dice su tutor. “Si le bajas mantas se las tiro” nos dice la policía.

Y es que “la orden es calle”. Desde arriba la orden es frío, la orden es hambre, la orden es desprotección, la orden es abandono, la orden es bloquear la ayuda.

No es desbordamiento. Es premeditación.

¿Qué es progresar?

Qué es progresar

¿Qué es progresar? Se preguntaba Daniel, el Mochuelo, en “El Camino” de Miguel Delibes.

Progresar era abandonar el pueblo e ir a estudiar a la ciudad.

Yo antes reía, veía a mis amigos del barrio, alguno del cole, charlábamos mientras hacíamos pesas, era como una pequeña comunidad. Hoy el gimnasio, en el mismo local, pero gestionado por una franquicia multinacional, nadie ríe, nadie habla, nadie dice HOLA.

¿Qué es progresar? Se preguntaba Daniel, el Mochuelo.

En los vestuarios hablábamos, charlábamos, hacíamos bromas, mientras nos vestíamos, nos duchábamos… Así pasamos la adolescencia, casi alejados de las drogas. Hoy ese mismo lugar son camarotes, ducha-vestuario individuales de cuatro paredes, no ves a nadie, no hablas con nadie, no oyes a nadie.

¿Qué es progresar? Se preguntaba Daniel, el Mochuelo.

Al entrar al gimnasio veías a Paco, a Hovik, a Nano, a Cristian… personas del barrio, que conocías, que te conocían. Hoy te atiende un hombre que no ríe, que no expresa nada, solo da datos, eficiente como un robot, y que se desconcierta ante una sonrisa, como si no estuviese programado para eso.

¿Qué es progresar? Se preguntaba Daniel, el Mochuelo.

Ayer escuché una noticia por TV; “ha muerto Air Behn, el exmarido de la princesa de Noruega”, no decía SUICIDIO, no decía DEPRESIÓN. Los tabús no se pueden pronunciar en alto, por eso se convierten en PECADOS, en CULPA.

Daniel, El Mochuelo, a solas ya en su habitación, rompía a llorar en un sollozo desgarrador al final de la obra, como una explosión de quien ya no puede más. Como si con ese final Miguel Delibes quisiese contestar a esa pregunta de Daniel, el Mochuelo “¿Qué es progresar? ¿Qué es el progreso?”

Comunicado de Hortaleza Boxing Crew

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Comunicado de Hortaleza Boxing Crew sobre las pintadas, amenazas y ataque al espacio asociativo de la UVA;

1 – Que el ataque no ha sido a HBC o a Julio, sino a un espacio que pertenece a tres asociaciones vecinales, donde se hacen actividades con niños, niñas y adolescentes todos los días; breackdance, baile, boxeo, cabalgata de reyes… Y que estos chicos y chicas no tienen por qué pagar las consecuencias de los conflictos de los adultos.

2 – Que si alguien tiene algo contra nosotr@s;
A – Se comunique con nosotr@s cara a cara (ya somos mayores).
B – Que dejen a los niños y niñas al margen del conflicto.
C – Que nos demanden cosas concretas; «queremos que hagas (o no hagas) esto». Concretar para nosotr@s es muy importante porque aún no sabemos que se nos pide. La gente que nos crítica no nos concreta nada. Leyendo las pintadas no encontramos una demanda específica de qué es lo que se nos pide.

3 – A la pintada, alusión, de «Chivato» (recordamos que es con V, no con B) contestamos que HBC ni habla ni informa, ni colabora con la policía, pues trabajamos desde lo educativo, no desde la contención. Que si es una alusión a que denunciamos públicamente la creación de patrullas ciudadanas que salen a la caza de niños y adolescentes con rasgos magrebíes para lincharles y pegarles palizas, recordamos que trabajamos por los derechos de la infancia y es nuestro deber visibilizar el maltrato, ya sea institucional, social o mediático.

4 – Trabajamos por y desde la dignidad, desde esta perspectiva, ni el dinero ni la emoción del miedo son factores que puedan influir en nuestras decisiones. Dicho de otra forma; no tenemos miedo (no hay, no existe), por lo que vamos a seguir trabajando con la chavalada independientemente de su lugar de origen. Y de las pintadas y amenazas que se nos hagan.

5 – Lo sentimos y pedimos perdón a las y los graffiteros que con tanto esfuerzo y dedicación pintaron la fachada.

Gracias.
Saludos.

Comunicado de «Hortaleza Boxing Crew» a Telemadrid

comunicado telemadrid

1. Que “Hortaleza Boxing Crew” (proyecto social dedicado a la infancia y juventud) ha salido hoy día jueves 28 de noviembre de 2019 a las 13:20 sin autorización en el programa “120 minutos” de Telemadrid.

2. Que dicho programa nunca ha venido a grabar a nuestro local, por lo que no entendemos de dónde han sacado las imágenes y vídeos emitidos.

3. Que se nos asocia en dicho programa a organizaciones de desocupación.

4. Que en las imágenes salen menores sin autorización de sus tutores.

5. Que Hortaleza Boxing Crew no tiene absolutamente nada que ver con las organizaciones de desocupación (sería absurdo, pues estamos en peligro de desalojo por parte de la Comunidad de Madrid).

6. Que condenamos a estas organizaciones de desocupación, pues trabajamos con algunas familias con niños y niñas que por su situación social de extrema pobreza se ven obligados a ocupar, y colaboramos a sí mismo con movimientos sociales que han rehabilitado locales y espacios abandonados con fines sociales y vecinales, y a donde somos invitados constantemente.

7. Que estamos agotados y cansados de estar lidiando con medios de comunicación completamente irresponsables, manipuladores y oportunistas. Y que este lidiar nos quita tiempo y energías que deberían ser para las y los chavales del proyecto.

8. Que procedemos a pedir a Telemadrid rectificación de lo emitido y en caso de no hacerlo procedemos a poner la correspondiente denuncia.

De extremo a extremo

contradicción y tabu

Al entrar al estanco a recargar una tarjeta de metro-bus, me encuentro con todas esas imágenes gores en los cartones de tabaco; un tipo con un agujero en la boca, otro con un aparato en la tráquea, unos pulmones negros, otro mutilado sin pierna…

¿Por qué en las casas de apuestas no hacen lo mismo? En vez de poner a Cristiano Ronaldo (ídolo de los niños) o algún otro famoso del deporte que pongan a una chaval mendigando en los semáforos, otro suicidándose por las deudas, una familia desahuciada, otro muchacho sin hogar durmiendo en la calle…

Como buena sociedad enferma que somos, pasamos de un extremo a otro; de anunciar una droga con famosos por TV, radio, Internet, en frente de institutos… a poner imágenes gores en los paquetes de tabaco, de permitir paraísos fiscales donde tienen sus cuentas el narcotráfico y el crimen organizado a perseguir sus productos (cocaína, hachís, heroína….) a sangre y fuego.

Transmitimos continuamente un mensaje contradictorio a los y las adolescentes al mismo tiempo que convertimos el tema drogas en un tabú, desde el Sistema Educativo hasta el propio debate social y político.

El Educador Ilusionista

educador ilusi

  • Estás enfadada con la vida porque no te ha tratado bien, esto te impide estar tranquila contigo misma y recuperar a tus hijos.

Esto le dice una educadora a una madre que tiene a sus hijos tutelados, en un centro de menores.

La madre (según la “educadora”) no está enfadada porque a su hijo un “educador” le haya reventado la cara, le haya dejado sangrando, le encierren en aislamiento, le impidan verle… no, está cabreada porque “la vida le ha tratado mal”, “vuelca su frustración contra el centro”.

La psicología se convierte en un arma de doble filo, sirve para equilibrar, pero puede servir exactamente para todo lo contrario. Para justificar la tortura, el robo de niños y niñas a sus familias biológicas, para ocultar la violación de DDHH, de derechos fundamentales…

Un secuestro se convierte en una “retirada de tutela”.
Una paliza en una “contención”.
La impotencia en un “trastorno negativista desafiante”…

Llevo mucho tiempo diciendo que” la Educación Social tiene la capacidad de convertir un problema de Derechos Humanos en un problema psicológico-pedagógico”.

Como un mago, como un ilusionista, el educador juega con el público, le distrae, desvía su atención, y de repente ¡¡zas!! Convierte una varita mágica en un pañuelo.

Convierte la tortura institucional en un problema psicológico de la madre.

Adelante, insulte a mi hijo

adelante

Imagínate que eres un niño o adolescente. Llaman a tu padre o a tu madre, y le dicen;
– Mire, queremos manifestarnos mucha gente en frente de la puerta de su casa porque no queremos a su hijo. Y queremos gritarlo delante de su ventana para que nos oiga él y el resto de vecinos.

Y vuestro padre o madre, dice;
– Si si, encantado, cuando queráis, venir a mi casa el próximo domingo y adelante, podéis gritarle, con megáfono, insultarle…

El pasado domingo, en la puerta del centro de menores, en la concentración se podía oír los gritos de los manifestantes a los chavales;
-Hijos de puta!!!
– Basura!!!
– A por ellos oeoeoe a por ellos oeoeoeoe!!!!
– Fuera delincuentes de nuestros barrios!!!!

El mismo Estado que tiene la tutela y que “vela por sus intereses, su protección y su integridad”, permite esto.
El padre diciendo “adelante, vengan a mi casa e insulten a mi hijo”.

El hijo, la hija, desde su ventana lo escucha todo;
– Hijo de puta!!!!! Cabrón!!!! No te queremos!!!!

Un centro de” primera acogida” es el lugar donde un niño, niña, adolescente llega por primera vez porque un juez le ha declarado en desamparo; por huérfano, por pobre, por estar solo, por no tener familia…
Algunos llegan asustados, a otros les han separado por la fuerza de sus familias biológicas, otros llevan días en la calle, otras no saben por qué están allí… y la primera “acogida” es esta;
– Hijos de puta!!!!! Cabrones!!!! No os queremos!!!!